jueves, 28 de junio de 2012


ENTREVISTA. (Para estudiantes del Centro de Diseño Industrial)

A-¿Por qué pinto?
Es una necesidad básica sin la cual no podría realizarme como persona. El poder expresarme mejora mi humor y mi autoestima. Me equilibra. Me da la posibilidad de expresar libremente mis pensamientos, sentimientos y emociones.
B-¿En qué me inspiro?
1-Todos los estímulos del mundo exterior que de alguna manera alteran mis sentidos , los procesa mi cerebro y vuelven a salir como creación.
En realidad a veces dudo de si creo o solamente transformo una realidad que ya existe.
2- Mi mundo interior donde hay lugares diferentes, otros tiempos, otras dimensiones que nacen dentro de mí o llegan de alguna manera que no son los sentidos o que nacen en la memoria.  
“…La autora extrae de su interioridad un universo casi barroco, poblado de figuras simbólicas y concretas en una serie de dibujos (grafitos, bolígrafos) ejecutados con intimismo y solvencia técnica.”
Oscar Larroca

 3- El poder de transformar el dolor en alegría, el tedio en acción, la ira en tolerancia, la adicción en equilibrio, etc. Al menos equilibrar estas emociones, que no es poco.
4- Lo que no se ve a simple vista, las formas que produce la mancha de humedad, las figuras que se forman en las nubes, la simplicidad del entorno, el detalle que pasa desapercibido, etc.
C-¿ Qué pienso cuando pinto?
 El arte no se busca se encuentra.
El proceso creativo consta para mí de tres partes:
La creación:
Necesitamos estar en blanco el papel y yo.
Una de las herramientas fundamentales para crear es la concentración, estar en silencio interno. Por lo general no puedo escuchar música ni ningún sonido exterior que interrumpa ese momento.
 A veces mi poder de abstracción es tan poderoso que puedo lograr ese estado en un ambiente ruidoso y en movimiento.
En esencia durante el acto creativo me propongo jugar, no esperar un resultado estético inmediato. Descubrir los colores y sus mezclas,  líneas, puntos y manchas emocionados por su libertad de acción. Tengo consignas, pero son muy flexibles.
Cuanto más disfruto este momento mejor es el resultado.
Este estado no es necesario durante todo el proceso de creación, sólo en el inicio y cuando no sé como seguir.
La reflexión:
Hay momentos que debo parar, mirar, procesar la información y volver a mirar. Es el momento de empezar a ver el resultado estético. Esta parte del proceso creativo requiere de tiempo.
La conclusión:
Poner fin a la obra. Hay un momento en que la obra ya no admite más, y hay que saber darse cuenta.
D-¿Qué tienen en común mis obras?
1-No se aprecian a simple vista hay que disponer de tiempo para mirar detenidamente.
2-Estimulan la imaginación.
3-Tienen un algo femenino.
4-La multiplicidad de matices de los colores o de los grises en los trabajos en blanco y negro.
5- Casi no hay espacios en blanco o vacios, me caracterizo porque mis obras están atiborradas, llenas de minúsculos entes apretados en el espacio.
Entes , que en las últimas obras, no son claramente definibles .
6- No descuido ninguna parte del cuadro, todas sus partes tienen igual importancia.
7-No hay líneas rectas o figuras geométricas estrictamente delimitadas .Trabajo a mano alzada, no uso instrumentos de medición.
8- La continuidad en el trazo y en la construcción de la obra en gral.
(Nunca corrijo, uso los errores a mi favor.)

“La habilidad de fundamentar cada imagen en una precisa fundamentación compositiva, sin que la misma sea ostensible, sin que el dibujo que delimita áreas se imponga sobre esas áreas, las haga funcionar de manera subalterna.” De Alfredo Torres.
“El armado compositivo se funde, se dispersa en el juego constante de líneas y áreas…Sin rigideces , sin el entablillado de la ortodoxia geométrica” de Alfredo Torres.
9-Se puede ver en la trayectoria de mis obras el pasaje de lo figurativo a lo abstracto.
Lo figurativo muestra una instantánea de lo que veo y produce un sentimiento , lo abstracto muestra directamente el sentimiento que me genera lo que veo.
10- Mi famoso rulito.
E-¿Qué colores usas? Uso todos los colores e investigo todas sus mezclas.
F-¿ Que quiero trasmitir?
Aprendo cada día, y eso me hace mejor persona. Creo que si cada uno de nosotros pone un poquito de si cada día para aprender estamos contribuyendo  un mundo mejor.
Creo firmemente que la educación, el deporte, el arte, la artesanía y cualquier otra actividad que dignifique al ser humano elude la discriminación , une y vence la violencia.
Creo en la vida, los valores morales , en la familia, en los afectos.
Creo y eso que creo es lo que trasmito.
“Una última observación sobre la atmósfera que trascienden estos paisajes. La curiosa y entramada intersección entre una vitalidad plena, desbordante, la presencia de una alegría y una recurrencia constante a las tersuras de la luz, con un dejo de rara melancolía. Una melancolía que, seguramente, no surge del desencanto frente a las dificultades para fecundar la alegría sino de esa sedosa tibieza que deja la certeza de su finitud” de Alfredo Torres.

jueves, 26 de abril de 2012

Entrega de premios 1er Salón de Artes Plásticas" Prof. Francisco Siniscalchi"Nueva Helvecia, Colonia.

Entrega del segundo premio en dibujo."Insomnio".

Entrega de segunda mención en dibujo."Caja de recuerdos"


viernes, 20 de abril de 2012

TORRE DE CONTROL.De la serie " Paisajes internos" 16 x 21,5 cm.




Nace en Montevideo el 20 de febrero de 1968.
 1982 - Inicia sus estudios de dibujo y pintura en forma autodidacta.
1985/87- Escuela Nacional de Bellas Artes.
1996/a la actualidad-  Ingresa a la Asociación Uruguaya de Artesanos  donde expone y vende :  Mercado de los Artesanos. (Plaza  Cagancha  1365)
1991/2004-  Tallerista de expresión plástica : “Rayuela”.(Lagomar, Canelones). Centro comunal Calpino,( La Paz,Canelones).Casa de la Cultura, (Progreso,Canelones).
1993/2011- Ilustra varios libros de autores nacionales y extranjeros.
1995/2011- Participa en todas las exposiciones colectivas plástico- literarias de C.H.A.D.A.Y.L.
1998/2000- Performances de body art  en Uruguay ( Montevideo, Canelones y Maldonado)y
 Brasil ( San Pablo)
1999- Recibe una mención por “calidad y creatividad en el diseño gráfico”, otorgada por comisión de jurado de A.U.D.A.
2001- Visita museos y sitios de interés pictórico en Roma y Florencia, durante 14 días.
2001- Exposición individual en Municipalidad de  José C. Paz. (Provincia de Buenos Aires, Argentina)
2001/2011- Inicia estudio de fotografía  en forma autodidacta.
2002- Participa en Festival  Internacional  de Poesía y Artes  de La Habana – Cuba organizado por la U.N.E.A.C.
Exposición individual en “Casa de la Poesía” ( Habana Vieja, Cuba)
Exposición colectiva en “Casa de Mexico” (Habana Vieja, Cuba)
Presentación del libro ilustrado por ella “Una burbuja de ilusión” de la escritora uruguaya Raquel Martínez Martínez en la Feria del libro de La Habana.
Visita al Museo Nacional de Bellas Artes.
2002- Exposición colectiva. (Club Remanso de Neptunia)
2002- Comienza a dibujar comics y caricaturas.
2003- Publicación del libro de comics : “Cosa Nuestra”  con sus dibujos  y guión de Lorena Lavecchia .
2004- Participa en “Viene”. (Estación Central  General Artigas)
2004- Exposición colectiva “Canelones de Muestra”.
2005/2011- Inicia estudios de fotografía y pintura digital en forma autodidacta.
2009- Concurre al taller de caricaturas de Horacio Guerriero . (Hogue)
2010- Exposición y venta en Centro Cultural “Rafael Barradas”.(Ciudad Vieja, Montevideo)
2010- Asiste a los talleres de la Escuela Esquinera : Gestión de proyectos culturales .(Marina Monti) y Animación cultural barrial .(Celeste Zerpa, Alvaro Amarilla y Pablo “Pinocho” Routin.
2012-Primer exposición individual en Montevideo. “Océanos y bosques” . Curador : Alfredo Torres. En “Espacio Cultural Rafael Barradas”.
2012-Crea  y administra el grupo de facebook   “Encuentro Uruguayo de Dibujo, pintura y fotografía” cuyo  objetivo es :
dar a las artes plásticas un lugar cotidiano, más popular y comunicativo. Es un taller , una tertulia filosófica, una feria de arte, un juego y algo más que se nos ocurra
Un espacio para todos: artistas ya consagrados ,para quienes están aprendiendo y para quienes se inician en las artes plásticas, sin límite de edad. Conjugar la experiencia de los maestros con la frescura e inocencia del que recién empieza. Además un lugar para cualquier persona que aprecie el arte, quiera conocer, opinar o simplemente deleitarse. 
2012- Concurre al taller de dibujo de Oscar Larroca hasta la actualidad.
2012- Ganadora de 2do premio y mención en Primer Salón de Artes Plásticas: Francisco Siniscalchi, en el marco de los 150 años de Nueva Helvecia.Colonia.
En el año 2017 empieza a pintar en cerámica en el taller Barcos y Banderas de Pedro García y Cynthia Godoy.
2019 - Realiza cursos on-line en Domestika.
-Fotografía profesional para Instagram y Creación y edición de contenido para Instagram stories, con Mina Barrio.
- Introducción a la ilustración con tinta china, con Pony.
- Introducción a la ilustración infantil y Técnicas para desbloquear la creatividad con Adolfo Serra.
- Freelance. Claves y herramientas para triunfar siendo tu propio jefe, por Martina Flor.
2019- Coordina junto a la escritora Raquel Martínez Martínez y Edilson Teixeira los Encuentros de Artes y Letras de C.H.A.D.A.Y.L. en A.U.D.A., Asociación Uruguaya de Artesanos.



sábado, 14 de abril de 2012

Insomnio. De la serie "Paisajes internos" 16 x 21,5 cm.

Ganador de segundo premio de dibujo en 1er. Salón  de  Artes  Plásticas  "Prof. Francisco  Siniscalchi".Nueva  Helvecia. Colonia.











martes, 27 de marzo de 2012

Caja de recuerdos.Lápiz sobre canson.20 x 30 cm.

Ganador segunda mención en 1er. Salón de Artes  Plásticas  "Prof.  Francisco Siniscalchi".Nueva  Helvecia. Colonia.

lunes, 20 de febrero de 2012

viernes, 17 de febrero de 2012

Océanos y bosques. Cuadros al óleo.

Bosque 1.
Oleo sobre tela.
40 x 50 cm.
Océano 1.Oleo sobre tela. 100 x 70 cm.
Bosque 2.Oleo sobre tela.50 x 60 cm.
Bosque 4. Oleo sobre tela.120 x 80 cm.

Bosque 3.Oleo sobre tela. 100 x 70 cm.


Océano 2.Oleo sobre tela.50 x 50 cm.

Océanos y bosques, por Alfredo Torres.


Bosques encantados, amaneceres deslumbrantes
Ante los escenarios boscosos de Sylvana Lobato, una mirada displicente, apresurada, poco sensible, trae la memoria anecdótica de variados bosques. Es decir, el recuerdo convencional que suponen las columnas de los troncos, los diferentes follajes, los suelos quejumbrosos. Sin embargo, quien se proponga una mirada más profunda, más cuidadosa, dejándose estar en una acogedora lentitud, comenzará sus travesías imaginativas, sus vuelos por recovecos azarosos, por geografías casi ignoradas de otras memorias. Así, van llegando evocaciones muy distintas. Certezas huidizas, casi inasibles, germinadas en lo poético, en los escenarios inabarcables del mito.
La realidad, tal como se presenta cotidianamente, es poco propensa a mostrar sus territorios casi secretos, sus napas imprevisibles, sus raras e impensadas milagrerías. Le corresponde a la mirada del arte revelar esos territorios esquivos. Para empezar, liberar las rutinas del color o abrir los juegos cromáticos hacia horizontes presididos por lo inesperado, por lo in-convencional. Los marrones de las cortezas se enjoyan con tonos de una libertad absoluta. Se mantienen algunos marrones, algunos ocres, algún siena, quedan como sedimentos primitivos. Sobre ellos, se instalan otros valores expresivos. La levedad de los rosados, su suave delicadeza. La limpidez de azules claros y celestes, casi como desacatados, irreverentes parcelas que quieren jugar a una especie de contra-cielo. Los verdes reaparecen de tanto en tanto, pero relegan todo protagonismo, tan solo aletean en el concierto cromático. También, muy sutilmente, florecen pequeñas parcelas rojas, amarillas, fucsias o turquesas. En otros troncos, se intenta el simulacro de una apariencia traslúcida. En la curvatura pretende acercarse a la arenosa suavidad del vidrio. Entre los troncos el cielo decide tejer un cadencioso encaje, una rítmica filigrana. Arriba, el follaje desobedece los sistemas ordenados de la botánica habitual. Se multiplica de manera tan etérea como liberada, jugando a veces a ser una especie de multitud conformada por coloridas cometas. Un estallido cercano al delirio de rítmicos triangulados, casi como desasidos banderines, como estandartes tan ligeros que amenazan escaparse por el aire . De tanto en tanto, entre ese concierto de colores deslumbrantes, incitador del asombro y la fábula, aparecen objetos aún más insólitos. Una muñeca abandonada o, quizás, una pequeñísima ninfa de algún bosque perdido en el acopio de historias infantiles. Formaciones fungiformes que brotan al pie del tronco o que se adhieren en ensimismadas islas sobre las cortezas. Ojos misteriosos, tan perturbadores como cautivantes. Extraños frutos, flores desconocidas. Un desconcertante dado exhibiendo la desvalida certeza de un azar indomesticable . Piedras que se confunden con huevos, o a la inversa. Parcelas estampadas por algún hacedor de banales pero hermosos hechizos. Íconos que recuerdan a delicados pájaros, musicales rizomas e hidrografías ingobernables.
Por cierto, toda esa orfebrería expresiva no se reduce a un atractivo ornamento. Es el sustento de toda la densidad expresiva. Comenzando por la estructura compositiva, por la habilidad de fundamentar cada imagen en una precisa fundamentación compositiva, sin que la misma sea ostensible, sin que el dibujo que delimita áreas y las conecta se imponga sobre esas áreas, las haga funcionar de manera subalterna. Por lo contrario, el armado compositivo se funde, se dispersa, en el juego constante de líneas y áreas. El curioso follaje, el juego de los ramajes, atrayéndose y rechazándose, definen con extrema sutileza toda la escenografía de la imagen. Sin rigidices, sin el entablillado de la ortodoxia geométrica.
Los despliegues instaurados por los ricos, multiplicados matices de los colores, son el segundo aporte expresivo determinante. Rojos terrosos, verdes muy secos, contrapesando la luminosidad de celestes y blancos, en medio de ese contrapunto, la presencia errante de un naranja sedoso o de un rojo mesuradamente pasional. No hay variantes de clima cromático que subrayen la cercanía de lo terreno o un posible simbolismo de lo celestial. En la zona del suelo, los colores son más potentes, más densos. A medida que la obra avanza verticalmente, apenas se concede un mayor protagonismo a la claridad de la luz.
Si en los bosques todos los elementos aparecen fluidamente vinculados, entramados, en un juego constante cercano a ritmos y contra-ritmos visuales, los amaneces sobre el mar se acercan a una lentísima obertura que nace en un suavísimo adagio y crece hasta una casi caótica eclosión. Una eclosión que no tiene efectos devastadores sino que reinventa el paisaje. Ambos altares solares pueden ser el registro de un amanecer o de un atardecer. Este escribidor, en su función adyacente de contemplador, elige que sean amaneceres, por sus implicancias siempre inaugurales, por su renovación paradojalmente igual y siempre diferente. En uno de ellos, el sol parece borrar la línea del horizonte, deshacerla en un dulce estallido, desmigar el escenario todo en una danza de incontables pequeñas formas que navegan por un cielo alegremente confuso. Flores, apenas pétalos, orbitan en torno a la gran esfera de un amarillo anaranjado. Pétalos rosados, azules, verdosos, anaranjados, algunos casi perlados, intentando una complicidad mimética con el agrisado mar. En el otro amanecer, el sol parece entregar a la playa, al mar, al cielo donde se inflama, una serie de nerviosos individuos recién nacidos, estremecidos por sus afanes vitales. Ejemplares de una prodigiosa flora submarina entreverándose con el juego envolvente del oleaje, dejando mezclar sus formas irregulares, inquietantes, recordando, una vez más, que la realidad trasciende lo visible. Que es necesario, como sostiene Sylvana Lobato en su breve texto, que el arte es siempre un ejercicio que enseña a creer y por eso mismo acarrea el don de crear.
Una última observación sobre la atmósfera que trascienden todos estos paisajes. La curiosa y entramada intersección entre una vitalidad plena, desbordante, la presencia de una alegría y una recurrencia constante a las tersuras de la luz, con un dejo de rara melancolía. Una melancolía que, seguramente, no surge del desencanto frente a las dificultades para fecundar la alegría, sino de esa sedosa tibieza que deja la certeza de su finitud.
Alfredo Torres